Estudios de diversas universidades y centros de investigación han demostrado el efecto beneficioso que tienen los ácidos grasos Omega 3 en el desarrollo de células cerebrales y agudeza visual en bebés e infantes.
Los investigadores han demostrado la directa relación que existe en la concentración de EPA y DHA (las moléculas de Omega 3 de cadena larga) y los niveles de inteligencia demostrado por niños. Además también hay estudios que demuestran la misma relación para la agudeza visual, esto por la mayor funcionalidad de las células de la retina del ojo.
Es por ello que los médicos de países desarrollados están dándole cada vez mayor importancia en la suplementación con ácidos grasos Omega 3, incluso previamente al nacimiento. Por ello es conveniente que la madre al gestar, tenga un consumo adecuado de Omega 3.
Durante la gestación, el periodo neonata y toda la etapa de crecimiento el aporte de ácidos grasos esenciales de la serie omega 3 es fundamental para el óptimo desarrollo de las funciones intelectuales y de la visión.
En la madre gestante a partir del primer trimestre, hay una gran demanda nutricional debido a la acumulación normal de grasa, crecimiento uterino y desarrollo de las glándulas mamarías.
En el feto, el requerimiento comienza a aumentar desde el segundo trimestre en adelante, alcanzando una mayor demanda de AGE en el último trimestre de gestación, debido al crecimiento del tejido nervioso y al desarrollo y diferenciación de las neuronas.
La alimentación de la madre durante la lactancia debe aportar al lactante entre 3 a 4 g/día de AGE en el primer trimestre de lactancia.
Entre los 6 meses y 2 años, se le debe suministrar un aporte de en grasa cercano al 30% de las calorías totales es necesario para el requerimiento de ácidos grasos esenciales, ya que hay estructuras especializadas del tejido nervioso que contienen muchos ácidos grasos omega 3, como por ejemplo la retina cuyas células contienen un 60% de DHA, un ácido grasos omega 3 de cadena muy larga, que se termina de formar durante el primer año de vida.
En niños mayores de 2 años, se recomienda lo mismo que para la población adulta, haciendo hincapié en que la cantidad de grasa saturada no supere un 8% de las calorías totales.
* Para la embarazada y la madre lactante, se recomienda un consumo de 300 mg/día de DHA.
Importancia del omega 3 en el embarazo
• Hace algunos años se descubrió que el omega 3 en el embarazo y en la infancia es un ácido graso ESENCIAL para el desarrollo completo del cerebro. El cerebro está formado principalmente de grasas de distinto tipo.
• Cerca del 60% de su peso es grasa. El DHA (uno de los Omega 3 necesarios para la vida) es el 40% de esa grasa.
• Si la embarazada tiene deficiencia de omega 3 los sistemas nervioso e inmune del niño nunca se madurarán completamente, con las terribles consecuencias para su vida futura.
• La relevancia del omega 3 se vuelve más importante durante los tres últimos meses del embarazo, cuando el sistema nervioso se desarrolla más rápido.
• Si el cuerpo encuentra grasas Trans, o demasiado omega 6, en vez del necesitado omega 3, las conexiones entre las neuronas no se forman correctamente y quedan defectuosas.
Beneficios del omega 3 en el embarazo
• Evitar los bebés prematuros (niños completamente desarrollados).
• Prevención de alergias. Los investigadores encontraron que tomar ácidos grasos omega 3 como suplemento ayuda a prevenir alergias aún en mujeres con fiebre del heno y asma.
• Maximizar la inteligencia del niño. Suplementar con omega 3 y restringir el omega 6, mejorará profundamente la función cerebral del bebé.
• Prevenir en su hijo la diabetes más tarde en la vida.
Prevenir la depresión antes y después del parto
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